Su forma de corazón y su textura de esponja permite una perfecta adaptación a la vagina, de forma que no moleste en las actividades de la vida diaria, incluso para el deporte. Una de sus mayores ventajas es que permite la penetración, evitando pérdidas de flujo menstrual, aunque es importante saber que no se trata de un método anticonceptivo, ni evita infecciones de transmisión genital (sexual).
No lleva hilo para sacarlo, pero cuenta con una apertura para una mayor comodidad en la colocación y la retirada del tampón. Para facilitar su introducción es recomendable emplear un poco de lubricante.
Existe el formato de 3 unidades y de 10 unidades.
Lánzate a probarlos para comprobar qué producto se adapta mejor a tus necesidades durante la menstruación.
Instrucciones: ¿Cómo se utiliza?
1. Lávate las manos. Saca el producto del embalaje.
2. Humedecer: Si humedeces el tampón con un poco de lubricante o agua limpia, será más fácil de insertar. Sin embargo, antes de insertarlo, presione el agua un poco para mantener la absorbencia.
3. Toma la posición óptima para la inserción: por ejemplo, ponerse en cuclillas o sentarse en el inodoro. Sostén el tampón con dos dedos al lado y apriétalo.
4. Ponga su dedo en el hueco de la parte inferior e introdúzcalo como un tampón convencional. La esponja menstrual encaja perfectamente cuando se aferra al cuello del útero.
Es importante tener en cuenta que, como un tampón común o compresa, no se recomienda utilizar los tampones menstruales más de 8 horas, ya que su seguridad y eficacia dejan de estar garantizadas, ni reutilizarlos.
Como último aspecto a tener en cuenta, consulta a tu ginecólogx si no puedes retirar el tampón.
- Medidas: Normal: 4,5 cm x 6 cm x 2 cm; Mini: 4 cm x 5 cm x 2 cm
- Material: higiénico e hipoalergénico.